-¡Jerry-ah!- dijo Jung Min al momento que bajaba rápidamente el cristal del auto.-*coreano*-Mucho tiempo si verte, desde que fui a Taiwán no sé nada de ti hyung.
Yo solo veía como se saludaban muy felices, sí era Baby que estaba abordar su camioneta junto con su manager. Iba muy bien cubierto si no fuera porque Jung Min lo saludo yo nunca me hubiera dado cuenta que se trataba de Hyung Joon.
Nos estacionamos frente a la camioneta de Baby, Jung Min fue el primero en bajarse, yo me quede en el asiento del copiloto pensé que si tenían tanto tiempo sin verse era bueno dejarlos solos, me limite a mirarlos por el espejo retrovisor me di cuenta que Jung Min no estaba con Baby en ese momento mi puerta se abrió de golpe Jung Min me jalo del brazo sin darse cuenta que aun llevaba puesto el cinturón de seguridad casi muero ahorcada, como pude hice que Jung Min me soltara para poder zafarme del cinturón asesino cuando el se dio cuenta no paraba de decirme “Sorry Sorry!” Yo solo me limite a mirarlo y sonreírle, cuando ya había bajado del auto me llevo casi arrastras junto a Baby, empezó a decirle algo:
-*coreano* Jerry-ah, ella es Paola te la quiero presentar es una amiga de mi hermana, me pido que la lleve a dar una vuelta por la ciudad, es de México. Saluda
Cuando Jung Min termino de hablar Baby se dirigió a mí, me sonrió y me saludo tal y como siempre lo hacen en Corea mi instinto me hizo imitarlo con lo que solo conseguí un gran golpe ya que choque con la cabeza de Baby eso me había dolido pero termine riéndome como lo hicieron Jung Min y Baby.
Había una heladería muy cerca de donde estábamos así que me fui acercando sigilosamente hacia el cristal de la heladería era de ensueño tal y como en los dramas, quería entrar y comprarme un helado de todos los sabores pero sabía que debía escoger solo uno, así que tome la difícil decisión y me decidí por el de sabor fresa, busque mi cartera en mi bolso, la abri pero oh sorpresa había olvidado cambiar mi dinero a moneda coreana, estaba acabada pegue mi cara al cristal imaginando ese helado de repente Jung Min pego su cara al cristal tal como yo tenía el mío, me hizo una seña para que entráramos a comprar un helado yo negué con la cabeza y le mostré que solo tenía moneda mexicana y que tendría que esperar para poder comer uno de esos helados, de pronto e jalo hacia adentro de la heladería y me miro pata que escogiera el sabor del helado, la empleada me dio mi helado Jung Min llevaba dos en las manos me supuse que uno era para Baby,
salimos yo iba como una niña pequeña disfrutando mi helado nos dirigimos a la mesa de un restaurante cercano donde Baby se había sentado, Jung Min le dio su helado, mientras ellos platicaban yo miraba alrededor un me había dado el tiempo de darme cuenta que Seúl era hermoso, había muchas familias paseando en la plaza cercana, los niños llevaban sus golosinas en las manos y sonreían cada vez que sus padres les hacían mimos, de pronto tuve un impulso, comencé a oler el aire lo sabía, cuando lo encontré fue como encontrar el camino directo al cielo, era un algodón de azúcar que estaba tirado en el suelo, quise correr, pero me detuve tenía que dejar de comerme la comida que encontraba en el suelo intente calmarme y volver a mi helado pero ese algodón me llamaba no pude más…
Salí corriendo al fin estaba con mi amado algodón me senté en el suelo y empecé a comerlo estaba feliz cuando de pronto volví a la realidad, cuando me di cuenta Baby y Jung Min estaban parados frente a mi Jung Min se reía y Baby solo me miraba con cara de asombro mi cara se había puesto roja me levante del suelo, sacudí mi pantalón y me fui corriendo al auto de Jung Min, pero tenía que ser yo! Mientras estaba sola en el auto comencé a golpear mi cabeza contra el tablero, lo que nunca recordé es que el azúcar me pone extraña comencé a reírme sola a carcajadas y me revolví el cabello, casi me vuelvo loca. Después de unos minutos pude volver a mis 5 sentidos me di cuenta que Jung Min ya se había despedido de Baby y venia de regreso hacia el auto
Había una heladería muy cerca de donde estábamos así que me fui acercando sigilosamente hacia el cristal de la heladería era de ensueño tal y como en los dramas, quería entrar y comprarme un helado de todos los sabores pero sabía que debía escoger solo uno, así que tome la difícil decisión y me decidí por el de sabor fresa, busque mi cartera en mi bolso, la abri pero oh sorpresa había olvidado cambiar mi dinero a moneda coreana, estaba acabada pegue mi cara al cristal imaginando ese helado de repente Jung Min pego su cara al cristal tal como yo tenía el mío, me hizo una seña para que entráramos a comprar un helado yo negué con la cabeza y le mostré que solo tenía moneda mexicana y que tendría que esperar para poder comer uno de esos helados, de pronto e jalo hacia adentro de la heladería y me miro pata que escogiera el sabor del helado, la empleada me dio mi helado Jung Min llevaba dos en las manos me supuse que uno era para Baby,
salimos yo iba como una niña pequeña disfrutando mi helado nos dirigimos a la mesa de un restaurante cercano donde Baby se había sentado, Jung Min le dio su helado, mientras ellos platicaban yo miraba alrededor un me había dado el tiempo de darme cuenta que Seúl era hermoso, había muchas familias paseando en la plaza cercana, los niños llevaban sus golosinas en las manos y sonreían cada vez que sus padres les hacían mimos, de pronto tuve un impulso, comencé a oler el aire lo sabía, cuando lo encontré fue como encontrar el camino directo al cielo, era un algodón de azúcar que estaba tirado en el suelo, quise correr, pero me detuve tenía que dejar de comerme la comida que encontraba en el suelo intente calmarme y volver a mi helado pero ese algodón me llamaba no pude más…
Salí corriendo al fin estaba con mi amado algodón me senté en el suelo y empecé a comerlo estaba feliz cuando de pronto volví a la realidad, cuando me di cuenta Baby y Jung Min estaban parados frente a mi Jung Min se reía y Baby solo me miraba con cara de asombro mi cara se había puesto roja me levante del suelo, sacudí mi pantalón y me fui corriendo al auto de Jung Min, pero tenía que ser yo! Mientras estaba sola en el auto comencé a golpear mi cabeza contra el tablero, lo que nunca recordé es que el azúcar me pone extraña comencé a reírme sola a carcajadas y me revolví el cabello, casi me vuelvo loca. Después de unos minutos pude volver a mis 5 sentidos me di cuenta que Jung Min ya se había despedido de Baby y venia de regreso hacia el auto
-SANTO CLAUS! Que hago? .. Oh ya se!.- Cuando Jung Min ya estaba por entrar al auto fingí estar dormida, hice todo lo que pude para que creyera que lo estaba, hasta agregue el toque de un poco de saliva en mi cara pero fue inútil, tan pronto se subió se soltó a reír.
-Ahora seré la burla de Jung Min y de Baby para siempre- pensé. Jung Min aun no paraba de reír, era contagioso de la nada yo también empecé a reír con el. Teníamos un buen rato riendo aun cuando acerco su mano a mi cabeza y alboroto mi cabello, fui muy feliz durante el viaje con el, aunque no hablamos mucho comenzó a enseñarme como se decía varias cosas en coreano y yo por mi parte le enseñaba el nombre de estas en español.
-“Haneul”- dijo señalando el cielo, yo le respondí – Cielo
-Badag.
-Suelo
-Choedae
-Arriba
-Daun
-Abajo
De pronto hiso con sus manos una figura, era un corazón y me dijo
-Sarang- me puse un poco nerviosa pero le conteste muy segura- Amor
El tiempo había corrido muy rápido no me había dado cuenta que habíamos llegado a lo que sería mi hogar, la casa de Jung Min.
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