La cultura del manga
y del anime en Japón podría sufrir un nuevo golpe, y es que una nueva
ley de copyright podría afectar a uno de sus productos, reconocido
especialmente porque permite la exposición de artistas, me refiero al
Doujinshi.
Los Doujinshi son mangas, en su mayor independiente, que permite a
muchos mangakas darse a conocer. Por lo general son versiones alternas a
los mangas clásicos y abundan también las versiones “hentai” de obras
ya conocidas. El valor de los doujinshi radica justamente en que es
aceptado como parte de la cadena del manga en Japón, sin que se
considere como una vulneración al copyright: por el contrario, es
considerado una forma de difusión.
Sin embargo, los doujinshi podrían perder terreno con el TPPA (Trans-Pacific
Patership Agreement), un acuerdo sobre propiedad intelectual promovido
por Estados Unidos en las negociaciones con los países del Asia
Pacífico, para unificar los criterios de copyright.
A finales de octubre, el mangaka Ken Akamatsu,
recordado por Negima y Love Hina, advirtió que los cambios propuestos a
las leyes de Copyright en Japón podrían “destruir” el doujinshi, lo cual
afectaría a la industria del manga, informó ANN.
El abogado y profesor de la Universidad de Nihon, Kensaku Fukui,
sostiene que si Japón se une al TPPA, las violaciones de copyright no
serían solo ofensas que requieren una queja de los afectados.
Actualmente bajo las leyes japonesas, la fiscalía no puede denunciar a
infractores, a no ser que los dueños lo hagan.
Estados Unidos ha pedido a Japón que haga estos cambios en su ley de
Copyright que data de 2007, para que no sea necesaria la formulación de
una denuncia, pero sus opositores argumentan que tanto la cultura
Doujinshi como la parodia se verían afectados.
El especialista señaló que el TPPA, además, contempla una mayor
duración de la protección de copyright de algunos productos. En Japón,
salvo los trabajos cinematográficos que duran 70 años después de la
muerte del creador, cualquier obra es protegida durante 50 años después
de la muerte del creador. En Estados Unidos, el copyright dura por 70
años después de la muerte del creador y en algunos casos hasta 120 años.
El TPPA también tendría un efecto en la importación de manga y otros
derivados de la cultura pop japonesa. J-Comi (de Akamatsu), que ha
alzado su voz de protesta, es un ejemplo de ello, pues envía mangas- con
autorización de los propietarios – a otros países. No obstante, con el
TPPA los que tengan los derechos podrán bloquear a las importaciones
independientes.
El 11 de noviembre habrá una reunión a la que asistirá el primer ministro japonés, y se prevé que se toque el tema.
fuente: noticias rpp
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