lunes, 7 de noviembre de 2011

Capitulo 21: ¿Estoy enferma?




-Vámonos ya – le dije a Kyu

-Está bien. ¿Te pasa algo? – dijo deteniendo el auto un momento.

-No, solo es que recordé que… - no sabía que excusa inventar, milagrosamente recordé que tenía que despedir a Santiago en el aeropuerto – tengo que ir al aeropuerto, ¿podrías llevarme?

-Está bien, pero prométeme que cuando termines saldrás conmigo a come algo, ¿va?

-Trato hecho

Kyu condujo un buen rato, estábamos realmente lejos del aeropuerto, mire mi reloj 9:50 a.m.

-Si corro al llegar al aeropuerto quizá aún lo alcance – me dije

Al fin llegamos, no pude esperar a que Kyu entrara al estacionamiento. Abri mi puerta y baje.

-¡Espera!

-No puedo tengo prisa, cuando encuentres un lugar de estacionamiento me llamas, te veo después.

Cerré la puerta de golpe y corrí hacia las puertas principales del aeropuerto, volví a mirar mi reloj, 10:00 a.m.

-Tengo que llegar, tengo que despedirme de él.

En mi intento por llegar lo más pronto posible choque con varias personas, tropecé con unas maletas que al caer sobre mi codo abrí una herida pero no me importo mucho aunque la sangre me aterra.

Llegue al andén, lo busque con la mirada, no lo encontré. Me moví a diferentes lugares para estar segura de que ya no estaba ahí, todo mi esfuerzo perdido no lo encontré. De pronto sentí un delicado pedazo de papel en mi codo.

-Tú no aprendes, mira que andar corriendo como loca por el aeropuerto de Seúl y hacerte daño y no tomarle ni mínima importancia.

Mis ojos se abrieron, estaba feliz de que aún siguiera en el aeropuerto.

-Pensé que no llegaría a tiempo – le dije mientras le deba un abrazo; una tonta lagrima se asomo por la comisura de mi ojo.

El me estrecho también, en verdad le debía mucho gracias a él no me aburría y me hacía sentir como en casa, aunque muchas veces lo odie me dolía que se fuera.

-Me tengo que ir, si no el avión se irá sin mí, cuídate mucho, no dejes que ese tonto de Park te lastime.

Agache la mirada, había olvidado lo de esa mañana.
-¿Qué pasa? No me digas que ese…

Santiago fue interrumpido por la última llamada para abordar su avión, no lo pensé dos veces y lo empuje hacia la entrada del andén.

-Tienes que irte ya, no te detengas por algo insignificante. Estaré bien.

-Pero tus sentimientos no son insignificantes.
Le arranque el boleto de las manos y se lo entregue a la aeromoza.

No tuvo ya más remedio que abordar, estaba segura que lo extrañaría.

Mis lágrimas tercas comenzaron a rodar por mis mejillas; mi celular tenía una llamada entrante.

-¿Sí?

-¿En donde estas? Recuerda nuestro trato.

-Oh, en un momento salgo hacia la puerta principal, espérame ahí.

-Aquí estaré – dijo Kyu cortando la llamada
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Habían pasado ya dos semanas desde que había visto a Jung Min con otra mujer y que Santiago se había ido. Mi vida parecía aún más aburrida y monótona que antes, procuraba a todo momento evitar a Jung Min, no tenía ganas de verlo ni hablar con él, mi corazón estaba herido.

Eun Hwa me llamo a desayunar.

Baje, afortunadamente Jung Min no estaba en la mesa así que me acerque rápido ya que podía llegar en cualquier momento. En la mesa había comida exquisita, pude reconocer algo de Kimchi y sushi coreano aunque preferí comer algo de pollo frito, se veía delicioso. Lo lleve a mi boca, de pronto llego a mí un asco indescriptible, no me pude contener y corrí al baño más cercano.

-Quizá fue la cena de anoche. – me dije mientras enjuagaba mi boca con algo de agua y enjuague bucal.

Me sentía demasiado mal, estaba mareada y no podía sostenerme de pie. Me recosté en mi cama, dormí durante 7 horas seguidas, solo desperté porque tenía un gran deseo de comer algo de pan tostado y mantequilla.

Estando ya en la cocina preparé mi comida, me di cuenta que cerca de mi había un recipiente pequeño con crema de avellana, no dude y también lo puse sobre mi pan. Fue el aperitivo más delicioso que había probado hasta ese día.
Eun Hwa entro a la cocina.

-¿Qué haces aquí tan tarde? Y ¿¡Qué rayos es eso!? – dijo señalando mi pan.

- Lo siento, es que hoy desperté con algo extraño en mí, quizá estoy enferma. Hoy por la mañana vomite sin razón, por la mañana iré al doctor no te preocupes.

Eun Hwa estaba hablando sola, en voz baja. Me miro.

-¿Cuándo fue tu último periodo?

Esa pregunta me sorprendió

-Ah, no lo sé, la última semana de Enero. ¿Por qué lo preguntas?

-Te das cuenta que hoy es 2 de marzo

-¿Y eso qué? – dije sin preocupación.

-Tú...¿No has tenido nada que ver con ningún hombre verdad?

Sentí como toda la sangre de mi cabeza bajo de golpe a mi estómago.

-Yo...yo…yo

-Tú estás embarazada

-¿¡¿QUE YO QUE!?

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