jueves, 4 de agosto de 2011

Capitulo 2: Eun Hwa ¿en verdad será ella?



En el momento que percibí ese olor comencé a buscar el origen, a la persona que usaba ese perfume tan peculiar, pero mi búsqueda fue en vano, no la encontré, lo que si encontré fueron ese delicioso sushi de surimi, con su salsa de soya y aderezo, como el que acostumbraba desayunar en la escuela, en ese momento se me vinieron muchos recuerdos a la cabeza, las tardes que pasaba con mis amigas, los momentos en los que estábamos rodando en el suelo a causa de la risa, en fin todo eso hizo que brotara otra vez esa lagrimita fastidiosa de mi ojo y rodara hasta la comisura de mis labios, la seque rápidamente ya que se aproximaba por el pasillo mi compañera de asiento, aunque no viajábamos muchas personas en el avión, me toco la desdicha de compartir el asiento con una mujer algo mayor, parecía tener descendencia asiática ya que tenía los ojos algo rasgados, era delgada y de tez blanca-a perlada, volvió a su asiento y tomo su charola del carrito de la aeromoza y se dispuso a comer, ¡pero que manera de comer!. 



Parecía como sí llevará días sin comer, así que solo decidí ignorarla y continuar con mi sushi, apenas y había tomado un pequeño sushi cuando la mujer que venia a mi lado comenzó a toser de una manera monstruosa, trate de ignorarla, busque mis audífonos en mi maleta de mano pero no estaba allí, busque de nuevo y me di cuenta que nunca estuvieron ahí, los había dejado entre el equipaje que iba en la bodega del avión.

Era simplemente el infierno, después de que al fin dejo de toser, pensé, “Gracias Dios, ahora sí puedo devorarme mi sushi” estaba por poner los palillos de nuevo sobre el sushi que la vez anterior no fui capaz de comer cuando otra vez, esa mujer, pero ahora no tosia como si fuera a lanzar su esqueleto fuera de ella, ahora masajeaba sus pies y hacía sonidos extraños, era el colmo, me levante de mi asiento y como pude me lleve mi charola a otro lugar, busque un lugar donde estuviera tranquilo sin tanta gente, y lo encontré, casi a mediados de la fila encontré mi oasis, era simplemente perfecto, dos asientos solos, para mí los dos. 

Camine hacía ellos discretamente (la verdad corrí por el pasillo mirando a todos lados por si alguien quería ganar esos asientos), cuando llegue era como si los ángeles hubieran destinado esos asientos para mí, cuando me di cuenta que ya estaban ocupados, me decepcione ya que enserio buscaba un lugar donde poder comer mi amado sushi, di la media vuelta y me tope con ella, una mujer, era muy diferente a mi compañera de antes, aunque ella también tenía ojos rasgados pero su rostro tenía algo familiar, sabía que había visto unas facciones parecidas antes, pero no pude reconocer de momento en donde era que las había visto, era algo extraño, verla me recordó momentáneamente a Jung Min…

-(En mi mente) Nonono, como va a ser Jung Min vestido de mujer XD-eso fue lo primero que se me vino a la cabeza. Estaba tan concentrada en mis pensamientos que no me había dado cuenta que ella me había saludado.

-Hola!~Me llamo Eun Hwa, ¿quién eres tú?

Me sorprendí, su español era muy bueno, me quede estática, la inercia me hizo levantar mi mano y estrecharla con la suya, al fin unas palabras pudieron salir de mi boca.

-Hola(dije haciendo una reverencia muy nerviosa)Me llamo Paola :). Perdón por la intromisión, un gusto conocerte…emm..bu..bueno me voy ˆw ˆ

Estaba escapando en ese momento cuando sentí que algo me detenía por el brazo, lo que hizo que mi sushi terminara por completo en el suelo.

-Esper … ! Oh que torpe, perdóname! No sabía que llevabas tu comida en la mano, discúlpame

Ella aun se estaba disculpando cuando salió a relucir mi habito, ese que mi mamá me había dicho que controlara, pero no pude…lo hice. Me agache y me puse de rodillas en el suelo del avión y comencé a recoger mi sushi, no me gusta desperdiciar la comida así que tengo la costumbre de si veo comida tirada la levanto y simplemente me la como ._. Estaba a punto de llevarme un sushi a la boca cuando Eun Hwa me detuvo.

-No espera, no te comas eso del suelo, que gracioso me recuerdas un poco a mi hermano menor, él es igual de ocurrente que tú. Vamos yo te invito otro sushi, ven acompáñame.

La seguí hasta su asiento, me ofreció el que estaba del lado de la ventanilla, me sentí como una niña pequeña al estar viendo la ventanilla, fue cuando en ese momento llego la aeromoza con ese sushi humeante y delicioso como el que se me había caído hacia unos minutos, Eun Hwa me paso la charola y me dispuse a comer, al fin pude probar mi delicioso sushi, estaba tan contenta, hasta que volví a percibir ese olor, ese perfume que me recordaba a aquel muchacho que conocí en una plaza comercial, no recuerdo como era que se llamaba, solo recuerdo que fue muy amable conmigo al ayudarme con las grandes bolsas que llevaba en las manos en ese momento, fue amor a primera vista, no lo había olvidado aún. Cuando salí de mis sueños y volvi a la realidad me di cuenta que Eun Hwa llevaba una pequeña botellita de ese perfume, era de ahí de donde se desprendía ese tenue aroma, mire la botella por un rato, hasta que me di cuenta que Eun Hwa me miraba.

-Huele bien , ¿no es así?, es un regalo para mi hermanito, aunque el ya no es un niño sigue portándose como tal, JungMin-ah como lo extraño.

En el momento que dijo eso escupí el sushi que aún estaba masticando, abrí los ojos sorprendida y le grite:

-JUNG MIN! ERES HERMANA DE PARK JUNG MIN- La señale como si fuera la culpable de un crimen imperdonable, de nuevo la gente me miró como la loca que soy pero esta vez no me importo.

Ella solamente se río por lo bajo y me dijo:

-Tienes algo de arroz en el rostro :3
Rápido, con la mano con la que la señalaba me limpie el arroz que tenia esparcido por toda la cara y mi cara se puso roja de la vergüenza, fue en ese momento que entre en razón y supe que nunca debí haber hecho eso. El silencio lo interrumpió Eun Hwa:

-Veo que sabes quién es mi hermano pequeño ¿verdad? Llegando a Seúl ¿te gustaría acompañarme a verlo? Creo que se llevarían bien.

Me quede paralizada, pálida y mis manos comenzaron a sudar, solo sentí como me desvanecí en el asiento y no supe nada más, lo último que vi fue el techo del avión…

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