
Era ya de mañana, tenía la luz del sol dando directo hacia mi cara y eso me molestaba  :/
 pero había algo que hacía que la molesta luz del sol por la mañana ni 
el ruido que había en las calles me hiciera enfadar ,porque era el día. 
De repente la alarma comenzó a sonar, había llegado el momento de 
levantarme, TTwTT.
Ya
 tenía lo necesario para mi viaje, mis maletas en la puerta, la ropa que
 usaría ese día y mi celular. Camine desde mi cama hacia el baño medio 
adormilada y despeinada, lave mi cara y mis dientes, peine mi enmarañada
 melena que todavía desprendía el olor del shampoo que había usado la 
noche anterior cuando me bañe antes de dormir. Termine de ponerme 
presentable y baje a desayunar, mi mamá y mi hermana ya habían 
terminado, solo me esperaban a mí, desayune lo que tanto me gusta de la 
comida de mi mami : Huevos estrellados y licuado de mango. Me dio 
nostalgia al saber que era la última comida que mi madre preparaba para 
mí, ya que en unas horas estaría en el aeropuerto esperando el avión que
 me llevaría de la Ciudad de México a Seúl en un viaje sin escalas, ya 
tenía 2 noches durmiendo en la Ciudad de México, me tuve que trasladar 
de Saltillo hasta ahí ya que no había ningún vuelo internacional desde 
el aeropuerto de Monterrey que me llevara a Corea, así que desde hacía 2
 noches había abandonado a mis amigos y familiares, mi escuela y 19 años
 de mi vida. Tenía sentimientos encontrados, por un lado estaba ansiosa 
por llegar a Seúl y empezar la escuela en la Universidad Ajou para 
aprovechar al máximo la beca que con tanto esfuerzo conseguí, pero por 
otro estaba triste, no quería dejar mi casa, mi familia, había tardado 4
 horas despidiéndome de mis amigas y todo lo que hicimos durante ese 
tiempo fue llorar y abrazarnos, de verdad fue un momento difícil pero 
tenía muy presente mi meta y era graduarme de una Ingeniera en 
Informática en Seúl. 
Había
 llegado el momento, era hora de ir hacia el aeropuerto a tomar el vuelo
 hacía Corea, tenía miedo, las piernas me temblaban, las manos me 
sudaban, era un completo desastre.
Llegamos
 a la terminal, acababan de anunciar que mi vuelo era el próximo en 
despegar, quería llorar, no tenía el valor de soltar a mi mamá, quería 
que viajara conmigo, no quería estar sola, pero fue cuando ella me dijo:
-Paola
 (sacudiéndome) tienes que dar lo mejor de ti, sé que no vas preparada 
para vivir sola pero tendrás que aprender a ser autosuficiente,  cuídate mucho, no te malpases y no olvides llamarnos de vez en cuando sí te sientes sola. ¡Y lo más importante! No…
En ese momento la interrumpí  ya que sabía lo que me iba a decir:
-No salgas sin sweater… Sí ya lo sé. Má, ya no soy una niñita! Se lo que debo hacer.
Mi
 mamá me miro con enojo ya que había imitado su forma de decirme las 
cosas, pero su expresión cambio cuando tome mis maletas lista para subir
 al avión.
-Te voy a extrañar, promete terminar pronto tus estudios, gradúate y vuelve, aquí habremos muchas personas esperando por ti.
Trate
 de contener las lágrimas, me fue imposible, cuando me di cuenta ya 
había lagrimas rodando por mis mejillas y trate de desaparecerlas 
fingiendo que me ardían los ojos y rasque mis ojos llorosos:
-Ah!
 Esta tonta contaminación, ya me afecto (dije con la voz entrecortada) 
No te preocupes mami! (le dije un poco más repuesta) Volveré pronto, 
sana y salva. Y quién sabe quizá con un novio coreano súper guapo :$ 
-¡Tú y tus chinos!-Dijo mi mamá dándome un ligero golpe en la cabeza.-Vas a estudiar, no a buscar un chino!
- Mamá… YA TE DIJE QUE NO SON CHINOS! ¬¬-Grite algo enojada
En
 ese momento todas las personas cercanas a mi mamá y a mí nos voltearon a
 ver como si estuviéramos locas, bueno solo a mí me miraban así TTwTT.
-¡Ya
 ves lo que provocas!- Dijo tomándome por el brazo y arrastrándome hacía
 la entrada al andén del avión.-Anda ya, tienes que irte si no seguiré 
pasando vergüenzas contigo.
-Lo
 siento má,- dije y baje la cabeza, en señal de arrepentimiento. Estaba a
 punto de entregar mis boletos cuando mi mamá me abrazó y comenzó a 
llorar, no pude evitar hacerlo también con ella, lloramos abrazadas 
hasta que la señorita que recibía los boletos me aviso que el avión 
estaba a punto de despegar. Solté lentamente a mi madre, no quería 
dejarla pero era mi deber convertirme en alguien de la cual ella 
estuviera orgullosa, la miré, limpie sus lagrimas y le dije,:
-Ya,
 ya mamita, que no puedes deja que te vea mi hermana así, va a creer que
 te hice algo malo eh. Ahora tienes que esperarme en Saltillo hasta que 
yo vuelva, y ese día dejarás de trabajar porque yo voy a regresarte todo
 lo que tú has hecho por mí, serás libre del trabajo, porque me tendrás a
 mí, solo deja que me convierta en una gran profesionista, solo es 
cuestión de tiempo ¡ya verás!. Ahora me voy porque mi vuelo esta por 
irse, cuídate y a mi hermana también, no se malpasen y les mandas 
saludos a los abuelos de mi parte.
Di
 la media vuelta, entregue mis boletos, salude por última vez a mi mamá 
antes que las puertas del andén se cerraran por completo, ya cuando 
estas estaban completamente cerradas me solté a llorar.
Como
 pude llegue a mi asiento, todavía con unas cuantas lagrimas en mi cara,
 terminé por limpiarlas y observar por la ventanilla de mi asiento por 
última vez mi país, después recosté mi cabeza en el respaldo y me perdí 
en un sueño profundo ya que estaba muy cansada de lloriquear tanto. 
Desperté con el olor de la comida y un perfume muy peculiar…Oh Dios! 
Acaso…es!
DERECHOS RESERVADOS 
PAOLA MORALES,2011 
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